Illa de Rottnest

Visita la isla de Rottnest para sumergirte en sus cristalinas aguas repletas de peces y coral, dar un paseo por sus playas de arena blanca y contemplar su excepcional fauna. Este conocido destino dio en su día cobijo a tribus aborígenes, así como a colonizadores británicos con sus prisioneros y militares.La isla se encuentra a 18 kilómetros de la costa y está rodeada por las turquesas aguas del océano Índico. A pesar de su reducida extensión, de tan solo 11 kilómetros de largo por 4,5 kilómetros de ancho, la isla cuenta con decenas de playas, aisladas bahías con osos marinos, y numerosas pistas para pasear y montar en bicicleta.Puedes alquilar una o montarte en el autobús de enlace cercano a la parada del ferry para descubrir los principales destinos de la isla. Cuanto más te alejes de la zona cercana a la bahía Thomson, menos gente encontrarás. Si vas en bicicleta, vale la pena pasar el día en alguna de sus apartadas playas. Vayas donde vayas, descubrirás magníficos lugares en los que nadar. Los amantes del esnórquel podrán disfrutar bajo la superficie del colorido coral y de su fauna. Practica buceo en la orilla o reserva un barco en el puerto para salir a avistar tiburones nodriza y rayas en las formaciones geológicas que rodean la isla. Si prefieres no mojarte, sube a bordo de un barco con fondo de cristal para contemplar los corales. Los amantes del surf pueden acercarse a las bahías de Strickland y Stark para disfrutar de las altas olas.Hay más de 13 embarcaciones que llegan a los arrecifes más apartados de la isla. Las placas en la costa indican la ubicación de los barcos naufragados. Sube al faro Bathurst para disfrutar de vistas panorámicas del océano.Desde allí, podrás divisar quokkas y pequeños marsupiales característicos de la región. El explorador neerlandés Willem de Vlamingh, que desembarcó en la isla en el siglo XVII, pensó que eran ratas y por ello la bautizó como "Rats Nest" (literalmente, nido de ratas). Sin embargo, los aborígenes que ya vivieron en la isla durante 6.500 años la llamaron "Wadjemup". Visita el Museo de la Isla de Rottnest para conocer la historia indígena del lugar, su descubrimiento, la colonización británica y su función como avanzadilla militar.Para acceder a la isla de Rottnest, súbete a un ferry en el muelle de Fremantle, el embarcadero del centro de Perth o el puerto deportivo Hillarys Boat Harbour. Si quieres hospedarte en la isla, no olvides reservar el alojamiento con antelación.