Graz es una ciudad llena de animación gracias a su oferta de arte moderno, a su cultura del café y a su variada arquitectura histórica. La ciudad actual, la segunda más grande de Austria, es una aglomeración urbana que se ha formado mediante la integración de pueblos y ciudades de menor tamaño. El casco antiguo medieval, en el centro de Graz, se halla a los pies de la boscosa colina de Schlossberg. Para subir hasta la cima de Schlossberg y explorar sus zonas verdes y los restos del antiguo castillo, puedes subir las escaleras de la colina o tomar el funicular.
Explora el casco antiguo, un laberinto de edificios majestuosos conjugado con historias de lo más pintoresco. Estate atento para divisar el Rathaus, el ampuloso ayuntamiento erigido a principios del siglo XIX. También cabe destacar el Landhaus, un complejo arquitectónico renacentista con patio del siglo XVI dotado de mobiliario barroco y de su propio arsenal.
Pero Graz también cuenta con atracciones modernas, como el Kunsthaus, una surrealista galería de arte moderno situada a orillas del río Mur que recuerda a una babosa marina metálica gigante. El Mur discurre por el centro de Graz y está surcado por puentes peatonales. En el centro del río encontramos otra curiosidad moderna: una isla metálica artificial en forma de concha que alberga un café.
La cultura del café en Graz goza de gran arraigo desde hace mucho tiempo. De hecho, algunas cafeterías presumen de llevar abiertas más de un siglo. Si vienes en verano, podrás disfrutar del buen tiempo y de hermosas vistas comiendo al aire libre en las plazas y los jardines históricos de la ciudad. Existe especial predilección por los productos de la agricultura local, que se maridan con algún vino blanco seco o se disfrutan con alguna cerveza de la zona.
Llegar hasta las principales atracciones de Graz es muy fácil gracias al servicio regular de tranvías y autobuses. Además, el tiempo de Graz también es apacible para quienes desean recorrerla a pie, ya que está rodeada de montañas que la aíslan de los vientos fríos y de la lluvia. Muchas zonas de la ciudad, entre ellas la mayor parte del casco antiguo, son totalmente peatonales.
Sin duda, resulta imposible no dejarse cautivar por esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde la historia se escribe con mayúsculas en todos los ámbitos en una dinámica celebración de la arquitectura, el arte y la cultura.