En la estrecha isla de Creta, la quinta más grande del Mediterráneo, todavía puedes encontrar vestigios de la antigua civilización minoica, que se remonta miles de años atrás. Las ciudades que se encuentran a lo largo de la costa norte de la isla te cautivarán, al igual que las playas de arena blanca que bordean la costa sur, como si de una cadena de perlas se tratase. Observa la histórica arquitectura veneciana, descubre reliquias arqueológicas y recorre parques nacionales inmaculados que van desde cumbres de montañas a playas de arena rosa mientras disfrutas de tus vacaciones en Creta.
La ciudad más grande de Creta, HeracliónS’obre en una finestra nova, es una amplia metrópolis con un pintoresco casco antiguo junto un puerto histórico. Si quieres conocer el fascinante patrimonio de Creta, te recomendamos visitar el Museo Arqueológico de HeracliónS’obre en una finestra nova y el Museo de Historia NaturalS’obre en una finestra nova. A continuación puedes seguir la línea de la costa hasta las impresionantes ciudades históricas de Rétino y La CaneaS’obre en una finestra nova. Con sus mansiones venecianas, sus callejones laberínticos y su hermoso paseo marítimo, La Canea es el lugar ideal para relajarse y disfrutar de la fantástica gastronomía de la isla.
En la zona oeste de Creta te espera la ruda belleza de las Montañas Blancas, una resplandeciente cordillera que destaca sobre los municipios de la costa sur. Si es el contacto con la naturaleza lo que te ha motivado a buscar viajes baratos a Creta, no debes dejar pasar la oportunidad de hacer la ruta de 16 kilómetros que recorre la profunda garganta del parque nacional de Samaria hasta llegar a Agia Roumeli, un pueblo pesquero con mucho encanto. Una vez allí puedes coger un barco para ir a la ciudad vecina de Liso para caminar entre antiguas ruinas que datan del siglo IV antes de nuestra era.
Si quieres visitar la isla de Elafonisi, ten en cuenta que el mejor momento es cuando la marea está baja, dado que es entonces cuando se puede apreciar la arena de cuarzo rosa pálido en la playa. En Creta, muchas playas cuentan con tumbonas y sombrillas que puedes alquilar para relajarte mientras disfrutas de unas amplias vistas al mar Mediterráneo.
En tus desplazamientos entre los municipios de la isla verás bellos grupos de olivos y árboles de cítricos plantados en las laderas de las montañas. En uno de estos viajes, tómate tiempo para parar en una taberna de carretera para degustar productos frescos locales y los quesos típicos de Creta. Muchos restaurantes ofrecen un brandy local llamado raki, que se toma después de las comidas.
Para llegar a Creta puedes coger un vuelo a los aeropuertos de La Canea o Heraclión. Otra alternativa es disfrutar del trayecto de nueve horas en ferri desde Atenas. El clima es cálido y seco de mediados de mayo a octubre, y los meses de mayor afluencia turística son julio y agosto. Busca paquetes de vacaciones en Creta en primavera para no perderte el paisaje montañoso cubierto de flores.