6/10
Entendiendo que: el lugar abrió recientemente, aún hay restricciones por la Pandemia y fuimos de los primeros en hospedarnos...
Considero que el lugar es muy bonito, es una desconexión total de todo el ruido y caos de la ciudad, no obstante, las fotos que se muestran son de otro espacio que no se encontraba habilitado.
Hace mucho frío, no hay chimenea o algún medio distinto de calefacción que las cobijas térmicas, lo que te obliga a estar en la habitación.
Durante nuestra estadía, tal vez, por estar solos, no se encendió una fogata, ni hubo ningún tipo de ofrecimiento o detalles de cortesía por parte de la anfitriona, tuvimos que pedir la cena de nuestro primer día a domicilio pues la señora no cuenta (en este momento) con servicio de alimentos distinto al desayuno.
El desayuno, aunque estuvo muy rico, no está incluido en el precio del alojamiento, que además me pareció excesivo una vez estuve en el lugar; si bien, al ver las fotos que aquí se muestran uno pensaría que pagar 100 mil por noche, está bien, estando allí, la verdad eso cambia.
En la "cabaña" hay muchas grietas en la madera y se filtra el viento frío, ventea demasiado, por lo que también hay muchos ruidos de la madera, el techo y demás, para dormir es incómodo. Había una extensión de luces navideñas al rededor de la habitación pero esto no proveía suficiente luz, tuvimos que conseguir velas.
El pueblo queda a 30 minutos y es muy tranquilo, mejor dicho no hay plan distinto al de comer postres en la plaza.
Monica Andrea
Estada de 2 nits (oct. 2020)