El teatro Juliusz Słowacki ha desempeñado una función muy importante en la oferta teatral de la ciudad desde su fundación, a finales del sigloXIX, y, en la actualidad, es de visita obligada en los viajes a Cracovia. El diseño de este gigantesco edificio blanco de aspecto palaciego se inspira en la Ópera de París. Puedes reservar entradas para una obra contemporánea, una tragedia de Shakespeare, una comedia o una ópera.
El teatro lleva el nombre de Juliusz Słowacki, un poeta romántico polaco, y es un punto de referencia para algunos de los mejores actores, dramaturgos y directores de Polonia.
Antes de entrar, merece la pena examinar su majestuosa fachada. El edificio es obra del arquitecto Jan Zawiejski, que combinó los estilos neogótico y neobarroco. No obstante, para darle un toque personal, Zawiejski añadió gárgolas de piedra oscura. Fíjate en esas figuras que te observan desde las alturas, frente al techo abovedado.
Ya en el interior del edificio, admira el amplio vestíbulo, con paredes adornadas con espejos y tapices, e iluminado por arañas de cristal. Sube por las amplias escaleras de mármol y toma asiento para disfrutar de la actuación de la noche.
Quizá quieras llegar unos minutos antes para poder contemplar la decoración de la sala, que incluye atractivos diseños en los paneles de los palcos. Fíjate también en el retrato evangélico de la tragedia, la comedia, la música y la danza en las cortinas del escenario. Se trata de una obra de Henryk Siemiradzki, un pintor polaco que trabajó sobre todo en el sigloXIX.
Para obtener más información sobre el programa de actuaciones que durante tu estancia, visita el sitio web oficial del teatro, donde también podrás reservar entradas para las actuaciones. Además del escenario principal, también hay otros más pequeños y un salón de poesía.
El teatro Juliusz Słowacki se encuentra al sur del centro de la ciudad, a diezminutos a pie de la plaza del Mercado. Al salir del opulento edificio por la noche, no te vayas sin verlo iluminado con luces tenues.