Can Pons Xic - Masia Rural con vistas al mar

UNA FIESTA PARA LOS SENTIDOS. Consulta descuentos Semana Santa
Si realmente buscáis desconectar del ruido exterior e interior, del bullicio, el exceso de estímulos urbanos, y a la vez, recuperar el sabor de la belleza, de la naturaleza en su esplendor, del silencio y de una especie de paz que emana y nos abraza, este es vuestro lugar.
Can Pons Xic es una gran finca verdaderamente especial ,una joya escondida en Catalunya, entre árboles majestuosos, prados y bosques, y un gran jardín cuidado con amor y dedicación .
Subida en una colina (“carena” le llamamos aqui), está abierta al sur, al este y al noroeste
De octubre hasta mayo , el sol aparece sobre el mar, avanzando tranquilamente de este a sur, ofreciendo amaneceres inolvidables.
En verano, los atardeceres al nororeste, sobre las montañas silenciosas, limpias y puras de Les Guilleries.
Desde mayo hasta mediados de julio. Los campos de lavanda, repletos de vida, color y aroma, te embriagan y te rejuvenecen el alma y los andares, mientras paseas entre ellos, deslizándote como una mariposa más entre tanta belleza.
Todas las estaciones son una delicia aqui, en un micro clima benigno y amigable; sin humedad, en invierno, con el frío delicioso que sólo te refresca las mejillas y la nariz, el fuego de las dos chimeneas, las habitaciones calentitas, y la sala de meditación para leer, reposar, contemplar, hablar bajito y profundizar amistades....y en verano, tantos rincones frescos, con brisa permanente, pase lo que pase fuera de ellos. Y la piscina, claro, con su bosquecillo particular. Otoño,...la belleza del Montseny, los contrastes y la luz, las setas, el bosque que se despereza y ofrece vida y sustento. Y la Primavera, llega la sinfonía, flores, verde y vida, el jardín y los campos se visten de gala , y todo lo sembrado, cuidado, dejado crecer en paz, brota y se muestra emborrachando los sentidos, con alegría y maravillamiento.
La Masia,...aunque la hemos vestido y mejorado para ustedes, ha sido nuestro hogar durante 4 años, y conserva ese sabor de casa vivida con amor, de que las cosas están donde tienen que estar para que todo sea mas facil, mas íntimo y acogedor.
La cocina, mi lugar favorito, con su enorme chimenea y sus dos ventanales de cara al mar. Cocinar, lavar platos, sea lo que sea, se convierte en un placer, que seguro, echarás de menos al marchar.
Amamos este lugar y lo cuidamos con detalle y entrega, y estamos felices de poder, finalmente , abrirlo para que otras personas puedan disfrutarlo tambien.
¡Bienvenid@s!