Descubre una de las zonas residenciales con mayor densidad de población de Roma y admira una espectacular basílica del siglo IV y un palacio de la antigua Roma.
San Giovanni esconde algunos de los grandes monumentos históricos de Roma. Recorre el palacio de Letrán y la basílica de San Juan de Letrán. Estos edificios históricos albergan una magnífica colección de pintura y tapices. San Giovanni también es una de las principales zonas comerciales de la ciudad, con tiendas boutiques y mercados “vintage”. Si te acercas a uno de los mercados municipales podrás comprar vino, fruta y verduras típicos de la zona.
En el palacio de Letrán podrás descubrir la historia de los Estados Pontificios. Este gran edificio pertenecía a la nobleza romana. Entre los siglos IV y XIV pasó a ser una residencia papal. En la actualidad, el palacio de Letrán alberga el Museo Histórico del Vaticano. Puedes visitar el palacio con un guía del Vaticano y admirar las impresionantes obras de arte y documentos religiosos.
La basílica de San Juan de Letrán está comunicada con el palacio y se construyó en el siglo IV: En su interior, fíjate en las enormes estatuas de los apóstoles. Sobre el altar mayor se expone una parte de la mesa de la última cena de Jesucristo, según dicen.
Cerca de la basílica de San Juan de Letrán se encuentra la Escalera Santa, justo en la Piazza di Porta San Giovanni. Dicen que Jesucristo subió por esos mismos escalones durante su juicio en Jerusalén. Fíjate en la Porta Asinaria, una de las primeras puertas de la Muralla Aureliana de Roma. En el siglo VI, los ejércitos godos, bajo el mandato de Totila, entraron a Roma a través de esta puerta y saquearon la ciudad despiadadamente.
Camina hacia Via Sannio para pasear por su animado mercado, donde se vende ropa, zapatos o artículos de piel, entre otras cosas. Las tiendas de San Giovanni son más económicas que otras de zonas más céntricas de Roma.
San Giovanni es una zona residencial, pero, como puedes ver, esconde varios monumentos religiosos y un gran pedazo de la historia de la antigua Roma. La forma más fácil de llegar es a través de la estación de metro de San Giovanni. Y ya que estás por aquí, prueba pastelitos como el Mont Blanc o los profiteroles que encontrarás en las pastelerías tradicionales italianas.