El puerto de Mónaco se extiende casi a lo largo de todo el principado y abarca los atractivos turísticos más sorprendentes de este pequeño estado. Pasea por sus muelles y, de camino, haz alguna que otra parada en sus museos y palacios. También puedes subirte en un taxi acuático y disfrutar de unas vistas más que sorprendentes mientras navegas por el mar Mediterráneo.
El puerto se encuentra dividido por dos muelles, separado por el centro histórico de Mónaco, que se levanta sobre un afloramiento rocoso y acoge el palacio y el Museo Oceanográfico. Al sur se encuentra el puerto de Fontvieille, más pequeño, que es donde está la mayoría de los museos. Acércate a Port Hercule, que presume de multitud de yates de lujo, y dirígete hacia el norte, cerca de la plaza del casino, donde encontrarás una gran variedad de restaurantes exquisitos.
Pasea por el puerto y contempla los majestuosos yates que se encuentran ahí amarrados. El puerto de Mónaco es uno de los lugares más exclusivos para el amarre de un yate, por lo que suele contar con varias embarcaciones verdaderamente extravagantes. Si eres de los que sienten fascinación por el mundo naval, acércate a la ciudad en septiembre, durante la celebración del Monaco Yacht Show.
Una de las vistas más espectaculares que se obtienen desde el puerto es la del Palacio del Príncipe, ubicado en el centro histórico de Mónaco y que data del siglo XIII. Acércate a los Grandes Apartamentos y siéntete miembro de la realeza por un día mientras exploras sus pasillos y salas. En particular, visita la Galería de Hércules, donde te fascinarán sus paredes decoradas con hermosas pinturas al fresco que representan criaturas mitológicas. Muy cerca de ahí se encuentra la catedral de San Nicolás, un majestuoso templo de piedra blanca que es el centro de vida religioso de Mónaco.
Los que busquen empaparse de cultura tendrán a su disposición multitud de museos al otro lado del puerto. El Museo Oceanográfico, por ejemplo, se encuentra en un impresionante edificio, que parece haberse tallado meticulosamente entre el faldón del acantilado. Aquí descubrirás un acuario que te permitirá contemplar tiburones, peces tropicales y arrecifes marinos.
También puedes visitar el Museo de Sellos y Monedas, donde descubrirás la historia y los procesos de ambas industrias en el principado. Y no te olvides del Museo Naval, el Museo del Antiguo Mónaco y la colección de vehículos antiguos del príncipe que se encuentran por el puerto de Fontvieille.
Al atardecer, regálate una exquisita cena en la Riviera, pues el puerto cuenta con multitud de restaurantes excelentes y locales de lujo. El extremo meridional del Port Hercule cuenta con bares de vinos, cafeterías y cervecerías al aire libre. Eso sí, recuerda que muchos de los lujosos restaurantes que se encuentran junto al casino exigen vestirse de etiqueta para permitir la entrada.