Plasencia es una pequeña y discreta ciudad monumental del norte de Extremadura. Su estupendo patrimonio histórico y su posición estratégica para salir a descubrir los magníficos parajes naturales que la rodean, tanto en la comarca de La Vera como el en valle del Jerte, han contribuido a que cada vez más personas decidan disfrutar de unas vacaciones en Plasencia .
Gracias a su ubicación en la antigua Ruta de la Plata, Plasencia puede presumir de una larga historia, como demuestran los numerosos monumentos que alberga. No puedes perderte la catedral de Plasencia, formada en realidad por dos construcciones: una antigua, del siglo XIII, en un estilo de transición del románico al gótico, y otra más nueva, del siglo XVI con fachada plateresca. En las inmediaciones de las catedrales podrás admirar las murallas medievales que rodean el centro urbano.
Y a muy poca distancia se extiende la Plaza Mayor, punto neurálgico de la ciudad, donde se celebra el animado mercado cada mañana, antes de que los bares y restaurantes la ocupen con sus terrazas. Merece también una visita el palacio de Mirabel, que te permitirá hacerte una idea de cómo vivían los nobles en el siglo XVII. Para refrescarte un rato tras caminar bajo el tórrido sol extremeño, nada como acercarte al parque de los Pinos y descansar junto al bonito estanque mientras contemplas los patos, pavos reales, tortugas y otros animales que viven en él.
Y si lo que quieres es disfrutar de la naturaleza, ya puedes empezar a buscar viajes baratos a Plasencia. Situada a las puertas del valle del Jerte, proporciona la base ideal para salir a explorar sus maravillosos paisajes, o para bañarse en las numerosas piscinas naturales y gargantas de La Vera.
Plasencia está muy bien comunicada por carretera, gracias a la A66, la Autovía de la Plata. En poco más de media hora podrás llegar a Cáceres y en una hora y media estarás en Salamanca.
Busca un buen paquete de vacaciones a Plasencia, con hotel y coche de alquiler y sal a recorrer las maravillas de la provincia cacereña.