El establecimiento es un edificio viejo, pero bien reciclado. Los baños son austeros. El desayuno es buenísimo y está incluido en el precio - algo muy notable en Europa -. Yo me hospedé en el primer piso, y la música funcional de la planta baja, no dejaba de escucharse y de retumbar toda la noche.
El personal muy atento y servicial.
La ubicación muy buena. Frente al parque. Tranquila. A 10 cuadras del centro.
En términos generales, muy recomendable. Asegurarse de que no te asignen una habitación en el primer piso (cerca de los ascensores).