Descubre la historia de Wellington en la antigua catedral de St. Paul, la primera catedral anglicana de la ciudad. Esta construcción neogótica del siglo XIX se adaptó a su entorno colonial y es muy conocida por sus objetos religiosos, las exposiciones especiales que alberga, los murales históricos y las vidrieras. Aunque los fieles ya no acuden a esta iglesia en masa, sigue siendo un lugar de relevancia histórica y religiosa.
Pasea por el interior de la iglesia para admirar su decoración, que refleja fielmente el simbolismo cristiano. Contempla también la bella nave elaborada íntegramente con madera de árboles autóctonos. Observa las vidrieras y los murales que describen la historia de Nueva Zelanda y el proceso de desarrollo del país, desde su pasado colonial hasta el momento actual. Las esculturas de los nichos y los capiteles de las columnas rinden homenaje a los feligreses, los clérigos y a otras muchas personas que trabajaron para construir y conservar la iglesia.
Las vidrieras y las placas conmemorativas recuerdan las guerras que tuvieron lugar en la zona en la década de 1860 y a los soldados que perdieron sus vidas en la Primera Guerra Mundial. Entre los objetos religiosos del interior, presta atención a la enorme Biblia de 1844 y al altar tallado en roble y esculpido en forma de águila. Admira el órgano construido específicamente para la catedral y sube a la torre donde repican las cinco campanas. Desciende por la nave y observa las diez tablas iluminadas que se han pintado sobre madera de rimu y kauri, los árboles autóctonos de Nueva Zelanda.
En la sala de exposiciones especiales descubrirás la relación única entre Wellington y los marines estadounidenses que sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. Ondean las banderas de la Armada de Nueva Zelanda, la Marina Real, los Estados Unidos de América y los Cuerpos de Marines de la Segunda División de Estados Unidos de América en homenaje a la alianza.
Mientras la catedral está abierta, se realizan visitas guiadas de pago cada hora. Si lo prefieres, puedes coger un folleto y visitar la catedral por libre. Cuando termines la visita por la antigua catedral de St. Paul, busca en la tienda de regalos un libro conmemorativo o un recuerdo religioso artesano.
La antigua catedral de St. Paul se encuentra a un breve paseo de los edificios del Parlamento y del enlace entre el tren y el autobús. La iglesia abre todo el año excepto el día de Navidad y durante las celebraciones privadas. Organiza tu viaje con tiempo para encontrar ofertas interesantes que te permitan visitar la antigua catedral de St. Paul.