Visita esta pequeña isla para ver cómo dan forma los artesanos venecianos a las esferas de vidrio fundido hasta convertirlas en jarrones, cuencos o espejos. El arte del vidrio soplado lleva practicándose en este lugar desde que el Estado veneciano trasladó a los artesanos a la isla en 1291 por considerar que la presencia de los hornos en una ciudad tan poblada entrañaba riesgo de incendio.
Al bajar del vaporetto (autobús acuático), lo primero que se ve es una hilera de tiendas y talleres. Los dueños estarán encantados de hacerte una demostración de los métodos tradicionales y las técnicas modernas que emplean.
Curiosea por las tiendas para ver infinidad de ejemplos del arte del vidrio. Aunque no compres nada, podrás apreciar las extraordinarias formas, tamaños y colores de los artículos de vidrio. Hay de todo, desde artículos baratos como cuentas de vidrio, figuras de animales y joyas de colores a espejos y adornos de precio más elevado. Si decides comprar algo, busca el símbolo de la marca Vetro Artistico Murano en los escaparates para asegurarte de adquirir auténtico vidrio de Murano.
Comprueba cómo ha cambiado el arte del vidrio soplado a lo largo del tiempo en el Museo del Vidrio de Murano, situado en el Palazzo Giustinian. Este museo posee colecciones de cristalería que datan de fechas tan remotas como el siglo I. Abre todos los días, excepto los miércoles y los principales festivos. Hay visitas guiadas los martes y jueves.
La isla de Murano solo tiene 1,6kilómetros de ancho y es fácil recorrerla a pie. No dejes pasar la oportunidad de pasear por sus estrechas callejuelas y visitar algunas de las otras atracciones de la isla. Admira el suelo de mosaico de la Basílica de Santa María y San Donato y la elegante Iglesia de San Pedro Mártir, que cuenta con cuadros de Giovanni Bellini.
Para visitar Murano, muchos hacen una excursión de un día, aunque hay varios hoteles en la isla si deseas ampliar tu estancia. Los restaurantes se turnan para abrir por las noches.
El trayecto en vaporetto desde el centro de Venecia a Murano dura diez minutos.