Estuvimos 1h en recepción por que se les había caído el sistema, vimos en una pantalla que siguen trabajando con MS-dos, una desorganización con los papeles de las entradas, solo dos personas a vísperas de semana santa y en el restaurante igual, como hay que levantarse a pedir las bebidas, unas colas de más de 30 minutos. La comida estaba toda buena y por el precio la verdad es que lo encontré bien. Las almohadas un poco duras. La planta 7, que es donde se ven las piscinas tipo jacuzzi, aún estaba cerrada.