Glaciares transformados en enormes zona de esquí, escarpados picos nevados y kilómetros de maravillosas pistas hacen de Chamonix uno de los destinos de esquí más famosos de toda Europa Situada justo a los pies del Mont Blanc , esta ciudad es una delicia para los amantes de la montaña, que también vienen aquí para practicar snowboarding durante el invierno, y montañismo y escalada en verano.
Chamonix cuenta con pistas de esquí para todos los niveles repartidos en tres laderas distintas. Esquía por el impresionante glaciar Vallée Blanche, un recorrido fuera de pista realmente único. Puedes contratar los servicios de un guía de montaña de Chamonix para que te lleve.
Si no te apetece mucho esquiar, también puedes probar a hacer una escalada en hielo, dar un paseo en trineo o atravesar con raquetas de nieve sus más de 15 kilómetros de pistas. Sube a bordo del pequeño tren cremallera de Montenvers, en el que disfrutarás de unas vistas impresionantes hasta llegar a la base del glaciar Mer de Glace. No pierdas la oportunidad de entrar en la cueva de hielo excavada dentro del glaciar.
También puedes coger el teleférico hasta la cima de Aiguille du Midi. Una vez en la plataforma de observación podrás disfrutar de las impresionantes vistas del Mont Blanc y ver a los esquiadores descendiendo por Vallée Blanche. Los más aventureros pueden visitar la caja de cristal que cuelga a más de 1000 metros sobre el vacío para admirar la vista que se ofrece a sus pies.
Chamonix cuenta con todo tipo de atracciones que van mucho más allá de sus pistas de esquí. Aprovecha para ir de compras, relájate en uno de sus spas y descubre la historia de la región en el Museo Alpino. Tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de visitar sus salones de té, sus locales con música en directo, sus restaurantes internacionales y sus discotecas. O incluso, por qué no, de probar suerte en el casino. Prueba la cocina tradicional suiza, no te arrepentirás. Te recomendamos especialmente la raclette, un plato hecho con queso fundido y el rösti, un plato a base de patata frita y luego gratinada.
Chamonix está llena de actividades en verano. Únete a una excusión por las montañas y senderos que atraviesan el valle, atrévete a probar el parapente o la escalada, o disfruta de una tarde placentera jugando al golf.
El aeropuerto internacional de Ginebra, situado a 103 kilómetros, es la puerta de entrada principal a Chamonix-Mont-Blanc. Es muy fácil encontrar ofertas de viajes a Chamonix con llegada a este aeropuerto. También puedes llegar a la ciudad en tren, bibicleta eléctrica, en coche o transporte público. Chamonix suele tener nieve desde noviembre hasta prácticamente junio. Durante el verano, la zona de los valles es cálida y soleada, y más fría en las zonas altas.