Desde el exterior, al ver la austera fachada de piedra de color terroso de la catedral de Volterra, es difícil imaginar lo que te espera en su excepcional interior. Iluminado por la luz natural y decorado con coloridos cuadros, es un espectáculo digno de recordar. Contempla las obras de arte por tu cuenta. Llévate una foto del exterior románico, construido con materiales recuperados del teatro romano de Volterra.
El duomo se encuentra en pleno corazón de la magnífica ciudad toscana de Volterra. La catedral es una de las principales maravillas arquitectónicas de Volterra, con una belleza comparable a la de otras iglesias más famosas de Toscana y otras regiones italianas. Se construyó en el siglo XII, por lo que es más antigua, aunque más pequeña, que el Duomo de Florencia. Esta iglesia ha desempeñado un papel muy importante en esta comunidad rural italiana, y aún es sede del obispado.
Observa las obras de arte de los muros y los techos de la catedral. El relieve de madera de la puerta se atribuye al escultor Nicola Pisano. En el interior hay varias obras de arte de artistas italianos. El simbolismo religioso y las representaciones artísticas de la narrativa católica proporcionan un entorno perfecto para la reflexión. La gran nave de mármol y los muros que delimitan el interior del edificio principal hacen de este un lugar fresco donde relajarse y refugiarse del cálido sol toscano.
Procura ponerte ropa que te cubra bastante, como para entrar en cualquier catedral italiana. Pueden denegarte el acceso si consideran que vistes de forma demasiado impúdica. Los habitantes de Volterra son amables y estarán dispuestos a responder a tus preguntas, sobre todo si sabes algo de italiano.
Volterra se encuentra a 90 minutos en coche de Florencia en dirección suroeste. También puedes tomar dos autobuses desde Florencia, con una parada por el camino, si no te apetece conducir. Aunque el trayecto en autobús es más largo, tendrás la recompensa de poder admirar el magnífico paisaje de camino a la catedral de Volterra.