El castillo de Heidelberg, o Schloss Heidelberg, es imponente, misterioso y romántico al mismo tiempo. Sobresale por encima del casco antiguo de Heidelberg y el valle del Neckar, en la parte inferior de las laderas de la colina Königstuhl. En tus viajes a Heidelberg, disfruta de las vistas de la ciudad y el valle desde el inmaculado jardín, contempla la colección de esculturas, observa un inmenso barril de vino y asiste a un increíble espectáculo de luces. El castillo de Heidelberg data del sigloXIV. Sus numerosos edificios son una muestra de la evolución de la arquitectura alemana.
Entra por el patio de Schlosshof y verás frente a ti el edificio Friedrich. Aprovecha tu visita y observa las esculturas de los antiguos reyes y emperadores alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico que adornan la fachada. Otras esculturas adornan el edificio Ottheinrich, uno de los primeros ejemplos de arquitectura renacentista alemana. En el sótano se encuentra el Museo Alemán de la Farmacia, donde las singulares piezas expuestas trazan la historia de la farmacia.
También puedes ir al gran balcón de Alton y observar desde arriba el edificio del barril, destacado por sus ventanales de estilo gótico. Tampoco dejes de contemplar el gigantesco barril de vino de 130000litros que almacena la bodega del edificio. Antes, durante los actos de la realeza, era habitual extraer el vino directamente del barril hacia dos lugares colindantes: el edificio de la sala de damas y la sala de baile del salón del rey.
Asimismo, puedes pasear por el Hortus Palatinus, el majestuoso jardín del castillo que encargó en el sigloXVII el príncipe elector FedericoV. Cuenta con terrazas de varios niveles rodeadas de balaustradas, áreas de césped bordeadas de árboles, fuentes ornamentales y columnas en ruinas. Detente para admirar las vistas de los tejados de Heidelberg y el verde valle del Neckar.
El espectáculo de luces y fuegos artificiales Schlossbeleuchtung es fantástico, así que planea tu visita para que coincida. Tiene lugar tres días de junio, julio y septiembre, y conmemora los tres incendios que dañaron el castillo.
Puedes llegar al castillo a pie por Burgwerg, un camino que asciende por la colina desde la plaza Kornmarkt. Otra opción es ir en el tren funicular Bergbahn.
El castillo de Heidelberg abre todos los días salvo algunos festivos. La entrada es de pago. Existe la posibilidad de contratar visitas guiadas y adquirir audioguías en inglés, también de pago. Sin embargo, solo se puede acceder al interior del castillo con las visitas guiadas.
