Detente junto al faro del cabo Reinga, en la cumbre de los acantilados, para observar las turbulentas corrientes del mar de Tasman y el océano Pacífico. Disfruta de las impresionantes vistas de las playas y contempla un árbol de 800 años que se considera uno de los elementos maoríes más sagrados de toda Nueva Zelanda. Prolonga tu estancia y acampa durante una o dos noches en uno de los excelentes campings de los alrededores.
El faro del cabo Reinga se construyó en 1941. Aunque no se permite el acceso de los visitantes al interior de la estructura, su torre blanca y desproporcionadamente baja se ha convertido en uno de los iconos más reconocibles de Nueva Zelanda. Visita este pintoresco lugar para disfrutar de las vistas espectaculares que ofrece y sentir la fuerza de la naturaleza en estado puro. Es el punto más septentrional de la Isla Norte al que se permite acceder por carretera a los visitantes.
Deja tu vehículo en el aparcamiento del faro y camina hasta este por el paseo marítimo. Alrededor de la base de la estructura hay varios miradores con vistas magníficas de la costa. Mira hacia el mar y serás testigo de la hipnótica unión del mar de Tasman y el océano Pacífico. Las fuertes corrientes y las aguas turbulentas del lugar resultan especialmente impactantes cuando hay marejada.
No te marches sin visitar las playas de los alrededores. En Spirits Bay se encuentra un árbol pohutakawa, grande y nudoso, cuya edad se calcula en unos 800 años. Los maoríes creen que, en este lugar, los espíritus de los parientes fallecidos vuelven a su hogar. Puedes pasar una noche en un camping de la zona o en la cercana Tapotupotu Bay, y disfrutar de las vistas nítidas del cielo nocturno salpicado de estrellas.
Los excursionistas pueden utilizar el faro del cabo Reinga como base de operaciones y, desde aquí, recorrer el sendero de la costa que cruza el extremo norte de la isla. En esta ruta peninsular encontrarás un sinfín de recónditas bahías y vistas espectaculares.
Puedes ver el faro del cabo Reinga de forma gratuita durante todo el año. No olvides llevar algún tentempié o un pícnic, ya que las opciones para comer en la zona son muy limitadas, especialmente en los meses de invierno. Varias agencias incluyen el faro y un recorrido en coche con vistas panorámicas por Ninety Mile Beach en sus viajes organizados por Northland. Busca una oferta para viajar a esta preciosa zona de Nueva Zelanda y no te marches sin visitar el faro.