Hoteles históricos en Burlada

Seguramente, los lugares históricos de Burlada encabecen tu itinerario. Durante tu visita, no olvides pasar por las tiendas y sus festivales.

Casa Jacinto es un hotel disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con un restaurante y wifi gratis. Plaza del Castillo está a solo 4 min en coche. Si te interesa la historia de la zona, otra alternativa para tu estancia es Hotel Burlada.

En Burlada encontrarás 4 hoteles y otros alojamientos que puedes reservar en Expedia, pero no muchos hoteles históricos para elegir.

A pocos kilómetros podrás visitar lugares como estos: Catedral de Santa María la Real de Pamplona, Plaza del Castillo y Café Iruña. También podrás ver Ayuntamiento de Pamplona y Hornacina de San Fermín a pocos kilómetros.

Los hoteles históricos les dan a los huéspedes la oportunidad de alojarse en un edificio reconocido oficialmente por su valor histórico. En el mundo hay todo tipo de hoteles históricos: palacios, castillos, mansiones, o incluso tabernas o antiguas comisarías. Independientemente de su origen, estos lugares son de gran interés histórico. Los hoteles históricos de Burlada normalmente conservan elementos originales en las zonas comunes o en las habitaciones, como una decoración o arquitectura tradicional.

Se trata de dos términos bastante similares. “Hotel histórico” es el nombre habitual en algunas regiones, mientras que, en otras, es más frecuente utilizar “hotel patrimonial”. Los hoteles históricos suelen destacar el propio edificio y la arquitectura. Los hoteles patrimoniales suelen centrarse en su valor cultural y y su influencia en la comunidad.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por conservar las decoraciones tradicionales y las fachadas, el interior del hotel cuenta con medidas de seguridad y servicios modernos. Los huéspedes encontrarán las instalaciones y servicios habituales de un hotel moderno, como habitaciones privadas con baños cómodos, wifi y mucho más. En Burlada, reservar un hotel histórico no significa alojarse en un lugar incómodo o anticuado.