Para empezar, Justo enfrente de este hotel están construyendo otro con un ruido insoportable de lunes a sábado desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Imposible estar en la terraza con el ruido. Medidas covid de chiste, extranjeros que pasean sin mascarilla, bebiendo y comiendo helados en la piscina, los ascensores que tienen son la mayor vergüenza que he visto en un Hotel con esperas de 5-10 minutos para intentar coger uno, que además tienes que compartir con desconocidos en estos tiempos de COVID por que funcionan de manera penosa. La habitación esta bien, es moderna y el colchón es cómodo, lástima que a partir de las 8 de la mañana olvídate de dormir por que las que limpian las habitaciones se ponen a ARRASTRAR las camas y hacen un ruido lamentable. La limpieza de las habitaciones más penosa aún, no nos pusieron gel y jabón 3 días que tuvimos que reclamarlo, no cambiaron la pastilla de jabón de manos ni un solo día, ni tampoco los vasos de plástico. El buffet con colas de 15 minutos o más para entrar todos juntos y sin distancia ninguna en las colas. La comida repetitiva, solo se salva la zona de plancha en la cual tienes que hacer otra cola de otros 10-15 minutos para conseguir algo decente, los postres siempre los mismos, pasteles industriales sin gracia ninguna y fruta sin sabor de nada.Animación absolutamente nula, ni un show, ni en la piscina ni en el bar ni en ningún lado de el hotel.