Sal de la ciudad y dirígete a las ruinas de Ayutthaya, en otro tiempo fue capital de Tailandia, para descubrir la fascinante historia del reino perdido de los siameses. Observa las torres de los templos, los monasterios y los palacios, y admira las estatuas de bronce de Buda en las ruinas del parque histórico. También puedes dedicar horas a los museos que exhiben hallazgos arqueológicos.
Fundada allá por 1350, Ayutthaya fue la segunda capital del reino de Siam. Fue construida en el punto de confluencia de tres ríos, por lo que su conexión con el océano es absolutamente estratégica. A principios del siglo XVIII, Ayutthaya era una zona urbana en pleno desarrollo, de conocida relevancia económica, religiosa y política. La ciudad quedó destruida en 1767 por una invasión birmana y sus cientos de miles de habitantes se vieron obligados a abandonarla.
Pasea por el lugar, alquila una bici o un tuk-tuk junto al puerto de los ferries, o regálate un paseo en elefante. Como podrás observar, la parte principal de la ciudad la componía una isla, rodeada por una muralla. Tan solo quedan algunas partes de la muralla, incluida la fortaleza de Phet.
La mayor parte de las ruinas se encuentran en el rincón noroeste. Wat Phra Si Sanphet es el mayor templo de este conjunto. No te pierdas las estatuas sin cabeza de Buda alineadas junto a los muros de Wat Phra Mahathat, ni el gran Buda de bronce de Wiharn Phra Mongkol Bopit. Para hacerte una idea más completa de la importancia histórica de este lugar, visita el museo Chao Sam Phraya, donde se exhibe la colección más completa de hallazgos arqueológicos.
Puedes llegar hasta Ayutthaya en tren o buscar una oferta y concertar un viaje de un día. Está a 90 kilómetros de Bangkok, así que no descartes pasar la noche allí. Encontrarás una amplia variedad de casas de huéspedes para todos los presupuestos. Muchas ofrecen visitas en tuk-tuk a la puesta de sol para ver la antigua ciudad, que se ilumina por la noche.