Amersfoort hizo fortuna con el comercio de cerveza, lana y tabaco durante el siglo XVI y, en la actualidad, se ha convertido en una opción cultural fantástica para los visitantes que llegan desde Utrecht y Ámsterdam. El casco viejo es un laberinto de arquitectura gótica que se extiende en torno a una red de tranquilos canales. En cualquier rincón encontrarás cafés y restaurantes con encanto, además de una excelente oferta de museos y uno de los mejores zoológicos del país.
Descubre la historia de la región con una visita al Museo Flehite, situado en la intersección de dos canales. Para acceder debes cruzar un puente. La colección del museo se reparte entre tres casas medievales, y refleja 750 años de historia a través de objetos raros y obras de arte. Allí podrás ver también un modelo a escala muy detallado de la ciudad en 1671 y una exposición que estudia el desarrollo de la industria en la ciudad.
Un breve paseo en dirección sureste te llevará a Mondriaanhuis. Se trata de la casa natal del artista Piet Mondrian, donde ahora se realizan exposiciones que conmemoran su vida y su obra. Contempla el colorido de las pinturas, las fascinantes reproducciones e incluso algunos originales.
A pocos minutos de ambos museos se encuentra la imponente Onze Lieve Vrouwetoren. Esta siniestra torre gótica del siglo XV es todo lo que queda de la antigua iglesia que ocupaba el lugar. El resto quedó destruido por una explosión de pólvora en el año 1787. Sube los 346 peldaños de la torre y disfruta de bellas vistas de la ciudad. Amersfoort dispone de una iglesia en plenas funciones, que se encuentra a la derecha del centro de la ciudad. Sint Joriskerk, es una construcción gótica del siglo XVI situada en el corazón de la ciudad. En ella verás un gigantesco órgano y una interesante pintura de San Jorge y el dragón.
Sube a una bicicleta y acércate al zoológico de Amersfoort, Dieren Park Amersfoort, situado a las afueras de la ciudad. Allí verás dinosaurios recreados con detalle y podrás acercarte a elefantes y jirafas reales.
Puedes llegar a Amersfoort desde Ámsterdam o Utrecht, en menos de una hora, en tren o autobús. Una vez allí, la mejor forma de moverte es la bicicleta, ya que se trata de una localidad pequeña.