Altafulla es un soleado municipio de la provincia de Tarragona bañado por el mar Mediterráneo. Su ubicación estratégica se traduce en una serie de atractivos naturales que te dejarán con la boca abierta. Puedes empezar por visitar la desembocadura del río Gaià, una reserva natural de fauna salvaje que engloba un conjunto de pequeñas zonas húmedas. No te olvides los prismáticos, pues tendrás la oportunidad de observar numerosas aves migratorias.
Si la ornitología no es lo tuyo, no te preocupes, los viajes baratos a Altafulla ofrecen mucho más. Puedes relajarte en la playa de Altafulla, de arena fina y dorada, y aguas cálidas. Aprovecha que estás allí para pasear por la calle Botigues de Mar (Tiendas de Mar), donde verás un conjunto de antiguos almacenes marineros del siglo XVIII que se fue convirtiendo paulatinamente en viviendas y residencias de verano.
Si sigues caminando hacia el norte, llegarás a la plaza del Pou, el centro neurálgico de Altafulla. Está presidida por el edificio porticado del ayuntamiento y rodeada de varias casas señoriales. Presta atención, pues en uno de sus extremos verás restos de la antigua muralla medieval que rodeaba la ciudad. Y, si el aventurero que llevas dentro se queda con ganas de más, acércate a la villa dels Munts, una villa romana sobre una pequeña colina con unas mágicas ruinas que datan del siglo I.
Algo más moderno es el castillo de los Montserrat de Altafulla. La estructura actual es del siglo XVII y se conserva en magnífico estado. Es de propiedad privada, pero puede visitarse cuando el ayuntamiento celebra en él eventos públicos, como conciertos de cámara. ¡Consulta la programación para completar los paquetes de vacaciones en Altafulla!
Cuando te apetezca descansar un poco en un lugar tranquilo, visita la iglesia parroquial de San Martín, todo un remanso de paz. Se construyó entre 1701 y 1705, y su estructura de tres naves en planta de cruz latina no te dejará indiferente. No te pierdas las capillas del interior ni la cripta.
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