Abadía de Tihany

Abadía de Tihany que incluye arte, vistas de interior y aspectos religiosos
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Descubre la historia de la península en un antiguo monasterio donde descansan los restos de un rey húngaro del siglo XI, muy recomendable en los viajes a Tihany.

La ciudad de Tihany comenzó en esta abadía hace casi 1000 años. El rey Andrés I de Hungría fundó este monasterio benedictino en el año 1055. Está dedicado a la Virgen María y a san Aignan de Orleans. Baja a la cripta para ver la tumba del monarca y visita la iglesia y el museo del siglo XVIII.

La iglesia, de estilo barroco, está flanqueada por unas torres gemelas con techo de aguja, y su silueta se eleva esbelta sobre la ciudad. En su interior podrás ver figuras talladas en madera y otros bellos ejemplos de arte religioso, como los frescos del pintor húngaro Lajos Deák Ébner y del pintor germano-húngaro Károly Lotz. Dedica unos momentos a contemplar las estatuas y las figuras talladas del altar. El púlpito, de estilo barroco, también presenta hermosas tallas, y los altares laterales de la iglesia son muy interesantes.

A continuación, baja a la cripta, donde descansan los restos del rey Andrés I. El sarcófago del fundador de la abadía cuenta con una cruz decorativa en forma de espada. Entre otros elementos destacados de la abadía se encuentra una copia de la escritura de fundación del monasterio. La mayor parte del documento está en latín, aunque también hay una sección en húngaro.

Visita el salón de Carlos IV, dedicado a la memoria del último rey de Hungría. El monarca pasó sus últimos días en el país en esta abadía, antes de que lo exiliaran en Madeira en 1921. Podrás ver un cortometraje sobre el complejo en el centro para visitantes. Y no te marches sin visitar el museo, que acoge diferentes exposiciones temporales de arte durante el año. En el monasterio también se realizan otras actividades culturales, como conciertos de música clásica. Visita el sitio web oficial para consultar el calendario completo de eventos.

La abadía de Tihany se encuentra en la localidad del mismo nombre, en la orilla norte del lago Balatón. Puedes subir la carretera escarpada que lleva hasta ella a pie o en bicicleta. Si vas en coche, hay aparcamiento gratuito en la plaza que se encuentra a los pies de esta atracción religiosa. La abadía abre a diario y hay que pagar la entrada, pero se hacen descuentos a estudiantes y a todos los visitantes entre noviembre y marzo.

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