Cuando viajes a Stóridalur, no te pierdas la pintoresca cascada de Seljalandsfoss, que parece explotar en la cumbre de un acantilado. Nace del río Seljalandsá y tiene una caída de 60metros hasta el suelo. Antes desembocaba en el océano, pero se ha ganado tierra al mar y ahora su base se encuentra a varios kilómetros de la costa. Admira el alto y esbelto chorro de agua que mana con fuerza desde la cumbre.
Accede a la cueva que se encuentra detrás de la cascada y toma unas fotografías sensacionales, a ser posible con una cámara sumergible. El camino que lleva a la parte posterior del salto de agua suele estar lleno de barro y ser resbaladizo, por lo que debes tener cuidado y llevar un calzado que no te importe manchar. Además, es recomendable que te pongas un impermeable si no quieres acabar empapado. Escucha el eco del estruendo del agua dentro de la cueva.
Si hace sol, intenta divisar un arcoíris sobre la cascada. Durante los meses de primavera, puedes dar un agradable paseo por los campos verdes cubiertos de plantas silvestres en plena floración. Disfruta de un pícnic con vistas a la cascada y déjate llevar por el relajante sonido del agua a lo lejos.
El acantilado del que mana el agua se encontraba tiempo atrás en plena costa de Islandia. Sin embargo, con el paso de los años, el país ha ido ganando kilómetros de tierra al mar.
Aprovecha la ocasión para visitar la cercana cascada de Gljúfrabúi, semiescondida en un musgoso desfiladero semejante a una cueva. Asciende por la escalera de madera y asómate al abismo inundado por el agua.
Esta cascada es mundialmente conocida por ser una parada de El gran reto, un reality show estadounidense. Las aglomeraciones aquí son menores que en la cascada SkógafossSe abre en una ventana nueva, que es más conocida. Seljalandsfoss te da la oportunidad de vivir muy de cerca una experiencia inolvidable.
La cascada se encuentra en las afueras de StóridalurSe abre en una ventana nueva, en el sudoeste de Islandia. Se llega a través de la granja de Seljaland, situada entre la ciudad de Selfoss y la cercana cascada de Skógafoss. Puedes acceder en coche desde aquí y estacionar en un aparcamiento situado a escasa distancia a pie.