La iglesia de San Pedro, o Peterskirche, puede ocupar un pequeño rincón del magnífico centro histórico de Viena, pero sus líneas arquitectónicas son espectaculares, desde la impresionante fachada hasta las asombrosas obras de arte, las tallas de madera y las vidrieras policromadas que decoran el interior. Se cree que el templo ocupa un sitio que ha sido sagrado para la fe cristiana durante siglos. De hecho, algunos afirman que el mismísimo Carlomagno fundó una iglesia aquí en el año 792.
La iglesia que vemos hoy se construyó entre los años 1703 y 1708, y los elegantes elementos que adornan la fachada son obra del destacado arquitecto del palacio del Belvedere, Hildebrandt. La estructura se caracteriza por una fachada blanca y amarilla de tonalidades discretas, una majestuosa cúpula central y dos torres que flanquean la entrada y están coronadas con cúpulas de cobre de color turquesa. Frente a la iglesia, verás una placa de relieves a tu derecha que cuenta la historia de Carlomagno, importante figura histórica medieval.
Puedes entrar en la iglesia a través de su gran pórtico y recorrer la compacta nave central. Durante la visita, verás hermosas tallas de madera con toques dorados y frescos del siglo XVIII en las paredes. También merecen atención los retablos suntuosamente decorados y las galerías de cristal que se extienden hacia arriba desde cada lado del altar mayor, de estilo barroco. Entre las escenas que se representan figuran el martirio de san Juan de Nepomuceno y la coronación de la Virgen. Otros puntos destacados incluyen el púlpito dorado barroco, con una representación de la Santísima Trinidad, y el inmenso órgano.
Si visitas la iglesia de San Pedro antes de Navidad, no pierdas la oportunidad de bajar a la cripta para contemplar las bonitas decoraciones festivas con escenas de la Natividad.
La iglesia de San Pedro está situada en Petersplatz, en el corazón del casco antiguo de Viena, la Innere Stadt. Su pequeño tamaño puede hacer que la pases por alto durante tu recorrido por la coqueta plaza de la ciudad. Puedes acceder a ella de forma gratuita cualquier día de la semana, incluidos los festivos. Hay estaciones de metro a poca distancia andando. Aprovecha tu recorrido a pie por el casco antiguo de Viena para visitar también la iglesia de San Miguel y la catedral de San Esteban, en los alrededores.