La iglesia de Santa María del Castillo forma parte de un impresionante complejo, visita indispensable en los viajes a Génova, que también comprende un convento y un museo. Este lugar tiene gran importancia histórica, artística y arquitectónica, y es una de las estructuras más antiguas de la ciudad.
La iglesia es un edificio románico que se construyó sobre el primer asentamiento urbano genovés. Se confió a la orden religiosa católica dominicana en1442 y se convirtió en punto de encuentro para humanistas y escritores. Podrás sacar fotos verdaderamente bellas del exterior y contemplar valiosas obras de arte en el interior de sus muros.
El complejo cuenta con espectaculares piezas que encargaron en el pasado importantes familias nobles de Génova. Por ejemplo, en el claustro encontrarás La Anunciación, una famosa pintura del año1451 del artista alemán Giusto di Alemagna. Entre el resto de creaciones, se incluyen piezas de maestros barrocos italianos, como los pintores Francesco Boccaccino y Alessandro Gherardini, del escultor italiano Francesco Maria Schiaffino y de Pier-Francesco Sacchi, un pintor italiano del Renacimiento.
Las cinco capillas del pasillo izquierdo datan del sigloXV, mientras que las cinco del pasillo de la derecha se construyeron en el siglo siguiente. Dentro de todas ellas encontrarás otras obras de arte exquisitas, como la escultura del artista italiano Anton Maria Maragliano. Por su parte, el altar mayor alberga esculturas de mármol de Domenico Parodi, un pintor, escultor y arquitecto italiano del Barroco tardío. Si tienes suerte, tal vez puedas realizar un recorrido gratuito junto al grupo Amigos de la Iglesia. Ellos te llevarán por lugares que generalmente están cerrados al público, como la sacristía, los claustros y el museo.
El complejo de Santa María del Castillo se encuentra cerca de la parada de metro de Sant'Agostino. La iglesia puede ser algo difícil de localizar, así que practica tu italiano y pregunta a los lugareños. Reserva tiempo para pasear por la zona y contemplar los restos de un castillo fortificado medieval que perteneció a un obispo y la alta y pintoresca Torre Embriaci, que flanquea la iglesia.