El Zoo de Santa Ana del Parque Prentice lleva formando parte del paisaje de la ciudad desde 1952 y sigue cumpliendo la promesa que hizo a su benefactor. Esta es la historia: en 1949, J. E. Prentice donó parte de sus tierras para la creación de un parque con la condición de que la ciudad mantuviese en todo momento al menos 50 monos.
Actualmente, el zoo cuenta con más de 80 especies animales y se centra en la biodiversidad de Centroamérica y Sudamérica. Respecto a los primates, de presencia obligada, en el zoo hay ejemplares de especies raras y en peligro de extinción, como el capuchino crestado y el tamarino león dorado, además del mono más pequeño del mundo, el tití pigmeo.
Este es un zoo no muy grande que resulta ideal para los niños pequeños. De hecho, en dos o tres horas se pueden recorrer las ocho hectáreas del recinto.
Dar un paseo por el aviario, de 840 metros cuadrados, es una experiencia casi mágica. Déjate maravillar por el brillante plumaje de aves sudamericanas como el tucán esmeralda y el ibis escarlata. También podrás ver osos hormigueros, guanacos y ñandúes en Tierra de las Pampas, que reproduce este hábitat sudamericano tan vulnerable.
Por su parte, Amazon’s Edge es una recreación de las exóticas selvas brasileñas, donde viven criaturas como el cisne de cuello negro, especies de ciempiés, la tarántula salmón rosado y el mono negro aullador.
Los más pequeños disfrutarán a lo grande en el minizoo Crean Family Farm, un recinto donde se puede tocar y alimentar a animales de corral comunes.
Otra atracción llena de magia es Conservation Carousel, el carrusel del zoo, cuyos asientos son 33 grandes figuras de animales en peligro de extinción de colores vivos. Los niños podrán sentarse sobre un panda gigante, una jirafa, un guepardo, un colibrí o una nutria marina. Para subir hay que pagar entrada, aunque bastante económica, al igual que para disfrutar de un viaje a bordo de Zoofari, el tren en miniatura de seis vagones que lleva a los visitantes por todo el parque. El zoo cuenta con un café donde se sirven comidas y bebidas, además de con una pequeña tienda de recuerdos.
El Zoo de Santa Ana se encuentra a unos cinco minutos en coche del centro de la ciudad. La entrada es económica y hay aparcamiento gratuito. Abre todos los días excepto en Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.