Aprovecha uno de nuestros viajes a Pamplona para ver el monumento al encierro, una escultura de bronce de tamaño natural que rinde homenaje a los encierros de toros que se celebran cada año en Pamplona. En julio, durante las fiestas de San Fermín, cientos de personas corren a los lados y al frente de un grupo de toros de lidia que cargan a través de las calles empedradas de la ciudad. Da una vuelta alrededor del monumento para examinarlo desde todas las perspectivas.
Durante las fiestas, tienen lugar varios encierros de toros. Comienzan por la mañana con el lanzamiento de dos cohetes que indican que se ha abierto el corral y se ha liberado a los toros. Entonces, los animales corren a lo largo de una ruta de 875metros, que generalmente completan en unos tres o cuatro minutos.
Esta obra de arte se encuentra en el centro de la ciudad, cerca de la plaza de toros. El escultor español Rafael Huerta la creó en la década de los 90, pero se amplió en 2007. El monumento está formado por un grupo de jóvenes que intentan arrear varios toros en la ruta del evento. Esta emblemática obra mide oncemetros de largo y cuatro de ancho, y está situada sobre una plataforma de hormigón armado cubierta de baldosas.
El monumento al encierro captura y congela en el tiempo un momento de gran dramatismo y emoción, con los corredores que sienten la proximidad de los toros tras de sí. Algunos de ellos incluso han caído al suelo. Mientras estudias las tallas de bronce, observa la angustia grabada en sus caras. Cada año, decenas de personas resultan heridas durante los encierros.
No puedes pasar por alto la habilidad del artista para crear esta dinámica escultura que retrata el poder de los animales a medida que se mueven.
El monumento al encierro está ubicado en la avenida de Roncesvalles, que conduce a la plaza de toros de la ciudad. Se puede acceder fácilmente en transporte público. Aprovecha que estás en la zona para visitar la plaza de toros, con o sin guía. Aquí podrás conocer la historia de la plaza, caminar por la arena central y visitar la capilla donde los matadores rezan antes de entrar a la arena.