Cuando viajes a Pamplona, tómate un día lejos del casco antiguo para explorar el parque de la Taconera. En la ciudad hay varios parques y jardines magníficamente cuidados que incluyen secciones de las murallas, y este es uno de ellos. El parque de la Taconera empezó siendo un campo situado junto al barrio histórico de San Cernín. Tras la construcción de la ciudadela, pasó a formar parte del centro fortificado de la ciudad y, en 1830, se instalaron los jardines.
Hay varias entradas al parque, pero la más famosa es el Portal de San Nicolás. Este arco del triunfo de estilo barroco era uno de los puntos de acceso a la ciudad amurallada de Pamplona. Otra antigua puerta de la ciudad es el Portal de la Taconera, construido siguiendo un estilo similar al anterior.
El parque lo cruzan varios caminos bordeados de árboles y zonas de césped. Podrás ver algunos monumentos artísticos, como el que está dedicado al tenor español Julián Gayarre y la estatua Mariblanca de Luis Paret. También hay un jardín ornamental en honor al músico Miguel Hilarión Eslava. Si vas con niños, se lo pasarán en grande en el pequeño parque infantil, que incluye una estructura de escalada y columpios.
El pequeño zoológico del parque se encuentra en lo que antiguamente eran los fosos, y en él se pueden ver ciervos, pavos reales, faisanes, conejos, cisnes y otros animales.
El parque se encuentra a cincominutos a pie del parque de Antoniutti y a diezminutos a pie de la ciudadela. Cerca se encuentran otros puntos de interés de la ciudad, como la iglesia de San Lorenzo. Algunos autobuses públicos paran cerca del Portal de San Nicolás.
El parque de la Taconera abre todos los días y la entrada es gratuita. Es un buen lugar para hacer un pícnic en un cálido día de verano. También se puede tomar café, refrescos, pastas, sándwiches y tapas en la cafetería del parque.