Si estás pensando en reservar viajes a Milán, tal vez no se te haya ocurrido que aquí encontrarás un próspero barrio chino. Pues resulta que los inmigrantes asiáticos llevan eligiendo esta ciudad desde los pasados años veinte, cuando llegaron para trabajar con los fabricantes italianos de seda. Las sucesivas generaciones han ido ocupando las modestas casas de tres plantas ubicadas cerca del centro histórico de la ciudad y han convertido el área que rodea la Via Paola Sarpi en una peculiar fusión de influencias italianas y chinas. Aquí podrás comprar, comer e incluso asistir a alguna de sus celebraciones anuales, cuando momento en el que las calles se desbordan con disfraces de dragones y adornos de todo tipo.
Aunque el distrito carece del arco distintivo que caracteriza a los barrios chinos de otras ciudades, unos pocos minutos son suficientes para palpar el evidente patrimonio cultural. Tómate tu tiempo para pasear por encantadoras calles empedradas peatonales y visita después uno de los muchos comercios que bordean la acera.
Aquí podrás comprar auténticos comestibles asiáticos en una de las mayores tiendas de comida étnica del país, curiosear la amplia selección de productos chinos que llenan los locales o buscar ofertas en piel y seda italianas.
Después, puedes descansar y aprovechar para degustar algunas de las delicias culinarias de su oferta de restauración, que abarca desde la gastronomía italiana tradicional hasta las especialidades de todo el este asiático. Si el día es caluroso, nada mejor que una taza de té de burbujas, una bebida láctea con bolas blanditas de tapioca.
También te recomendamos los platos de fideos chinos o, sencillamente, los aperitivos que se venden en los puestos de comida para llevar, como los bollos hechos a mano, entre otras exquisiteces. Cuando termines tus compras, puedes culminar la jornada tomando algo en Cantine Isola, una pequeña taberna que lleva en funcionamiento desde1896.
El barrio chino se encuentra al noroeste del centro de Milán, a 15minutos andando de la estación central de tren. La Via Paola Sarpi abre de lunes a domingo durante todo el día, pero las tiendas y restaurantes cierran antes que otros en la ciudad, lo que convierte a este barrio en una estupenda opción si te apetece cenar temprano.