Crveni Otok, situada en el mar Adriático, comprende dos islas a las que une un arrecife artificial. Estos islotes, donde no se permite la circulación de vehículos, son perfectos para hacer una excursión de un día, y están repletos de bosques de pinos, vegetación mediterránea, playas de piedras y calas rocosas. Aléjate de la civilización y relájate durante horas en esta tranquila y apartada costa.
Los primeros en establecerse en Crveni Otok, también conocida como la "isla roja", fueron los monjes benedictinos, que permanecieron en la isla desde el siglo VI hasta el XIII. Posteriormente llegaron los monjes franciscanos, antes de que el barón de Hütterot, un almirante austriaco, comprara todo el terreno. La familia Hütterot construyó una villa en la isla y la mantuvo hasta 1945. Busca la antigua iglesia benedictina y la casa de los Hütterot, que ahora forma parte de un complejo turístico.
Visita con la familia la isla más grande, Sveti Andrija, donde hay un parque infantil y una playa de gravilla y piedras. Gracias a su superficie ligeramente inclinada hacia el mar, su escasez de corrientes marinas y los servicios del hotel, esta playa es perfecta para los niños. Si buscas opciones más dinámicas, aprovecha las oportunidades que te ofrece Sveti Andrija para practicar esnórquel y otros deportes acuáticos.
Cruza el arrecife para llegar al otro islote, Maškin, donde encontrarás varias bahías menos concurridas. Por lo general, las playas de este islote son rocosas, a diferencia de las de Sveti Andrija, pero aquí tendrás más intimidad. Puedes saltar al mar desde las rocas o intentar averiguar qué se oculta bajo la superficie, practicando esnórquel o submarinismo.
Si lo prefieres, también puedes pasear por esta isla desierta. Recorre los paseos marítimos y los senderos rodeados de pinos. Es posible que veas lagartos deslizándose rápidamente o faisanes merodeando por los bosques. Siéntate en uno de los bancos orientados hacia el mar para contemplar las impresionantes vistas del Adriático, mientras disfrutas de la tranquilidad de este entorno.
Si te apetece, puedes pasar la noche en el complejo turístico de Crveni Otok. En el caso de que solo vayas a pasar el día, reserva un viaje de ida y vuelta en barco desde Rovinj. El trayecto dura unos 15 minutos y hay varias salidas programadas a lo largo de la jornada.