Heidelberg se encuentra en el valle de la cordillera de Odenwald y su clima es uno de los más cálidos de Alemania. La ciudad atrae a muchos turistas que quieren disfrutar del romántico paisaje que la rodea, conocer su historia o simplemente pasear junto al espléndido río Neckar.
Heidelberg, fundada en el siglo XV, goza de una impresionante historia. El centro de la ciudad está repleto de muestras de arquitectura barroca y romántica, que rodean las cervecerías al aire libre y las agradables cafeterías de la zona. Ve de compras por una calle peatonal de casi dos kilómetros que te llevará hasta Karlstor, un arco de triunfo que se erigió en honor al príncipe Carlos Teodoro.
Desde aquí, puedes subir en funicular hasta el castillo de Heidelberg, que se alza imponente sobre el centro de la ciudad. Si buscas una oferta de viaje a Heidelberg, no dejes de visitar este castillo. Fue una obra maestra renacentista, reconstruida en varias ocasiones, antes de que los incendios y las guerras tuvieran graves repercusiones en su estructura original. Actualmente, el castillo de Heidelberg es una maravilla arquitectónica con fachadas de varias épocas históricas. Es el punto más característico de la ciudad y se considera una de las ruinas románticas más importantes del mundo.
El castillo también incluye un espléndido jardín renacentista que se extiende por las terrazas del monte Königsstuhl. Antes de la destrucción del castillo y sus alrededores, este jardín se consideraba la "octava maravilla del mundo". Visita esta zona para disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad de Heidelberg y del antiguo puente de piedra.
Muchas de las antiguas estructuras de la ciudad sobrevivieron a los fuertes bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero después de la guerra la ciudad quedó ocupada por las tropas americanas. A día de hoy, Heidelberg es la sede de las fuerzas armadas estadounidenses en Europa, por lo que la ciudad tiene una amplia población estadounidense.
Completa tu estancia en la ciudad visitando la Universidad de Heidelberg, una de las más antiguas de Europa. Recorre las antiguas salas donde científicos famosos como Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel desarrollaron gran parte de su trabajo. La universidad atrae a nuevos estudiantes cada año, lo que aporta un aire juvenil a esta antigua ciudad romántica, con sus modernos bares y sus festivales anuales de música.