La Iglesia de Jesús Nuevo o Gesù Nuovo se construyó como palacio en el siglo XVI. Años más tarde, los jesuitas convirtieron este edificio en una iglesia. Aún se conserva la fachada original del palacio. Durante el paso de los años, se construyeron varias capillas y obras de arte, lo que ha otorgado una combinación heterogénea de arquitectura y arte a este edificio. En la actualidad, arquitectura gótica y barroca coexisten junto con numerosos ejemplos de arte sacro italiano como frescos y esculturas.
Adéntrate en el profundo y oscuro interior de la Iglesia de Jesús Nuevo y camina por uno de los tres pasillos que conducen hasta un altar de mármol. Toma asiento en la parte trasera y contempla la cúpula. El techo pintado de color dorado y la complejidad de su diseño son comparables con los mejores murales religiosos de El Vaticano. Los impresionantes frescos, esculturas y pinturas que están presentes en todas las partes de esta iglesia narran relatos religiosos.
Las obras de arte de la bóveda de la iglesia que realizó el artista italiano Massimo Stanzione representan la vida de la Virgen María. También puede encontrarse el relieve La última cena de Leonardo da Vinci. Observa la urna de bronce del altar que contiene las cenizas de San José Moscati, un médico napolitano que murió en 1927 y que canonizaron en 1997. En la sala Moscati se muestra la obra del médico a través de fotografías y se relata también la historia de su beatificación. El Chapitel de la Virgen Inmaculada preside la plaza donde está situada esta iglesia. Esta estructura de 34 metros de altura se construyó en 1747 y se cree que protegía a los ciudadanos de la peste negra.
Visita las diferentes capillas dentro de la iglesia, como la capilla de San Francisco Javier y la capilla del Sagrado Corazón.
La Iglesia de Jesús Nuevo se encuentra a poca distancia a pie desde el oeste del centro histórico de Nápoles. La estación de metro más cercana es Dante. Puedes encontrar varias cafeterías y restaurantes en la Piazza del Gesù Nuovo. Quédate aquí para almorzar, tomar un café o ver cómo se aglutinan los viandantes alrededor de la iglesia y el chapitel.