Aprovecha tu viaje a Braga para descubrir su espectacular catedral, un ejemplo fascinante de la arquitectura barroca y románica. La austera fachada de esta majestuosa iglesia del siglo XI dispone de gárgolas, estatuas, torres y portales decorados con relieves. Dentro, encontrarás tumbas de personajes de la realeza y hasta un museo repleto de arte sacro.
El edificio se ha visto bastante modificado desde los inicios de su construcción bajo las órdenes del obispo Don Pedro en el año 1070. De hecho, la moldura bajo la puerta principal es lo único que se mantiene de la construcción original.
Comienza tu recorrido explorando los detalles arquitectónicos del exterior. Sus campanarios barrocos llamarán tu atención, así como las torres en forma de corona. En el muro exterior de la capilla principal, busca la estatua de la Virgen María amamantando al niño Jesús. También verás otra estatua de la Virgen María amamantando al niño en el ábside de la catedral.
No te vayas sin visitar todas las capillas de las que se compone la catedral. Así, accede al a capilla de los Reyes y observa las tumbas de Dom Henrique y Dona Teresa, los padres del primer rey de Portugal. Vista la capilla de São Pedro de Rates, donde podrás contemplar hermosos azulejos pintados del siglo XVIII que representan capítulos de la vida de este santo. En la capilla de Nuestra Señora de la Gloria, verás la tumba del arzobispo Gonçalo Pereira con su efigie de piedra de líder religioso. Este lugar de descanso eterno presume, además, de unas paredes cargadas de una hermosa ornamentación geométrica.
Contempla el techo abovedado de la capilla principal y admira los relieves de Cristo y los Apóstoles sobre el altar. Verás lo que ha quedado del altar de piedra, construido en el siglo XIV, desde donde el arzobispo oficiaba las misas en aquella época. Te maravillará la exquisita decoración de los órganos dorados del siglo XVIII.
Asciende a la parte superior y explora el museo de arte sacro o Museu da Sé. Disfruta de una excelente colección de piezas religiosas de gran valor, donde encontrarás casullas bordadas de los siglos XVI, XVII y XVIII o un cáliz gótico del siglo XII.
La catedral de Braga está abierta al público todo el día y la entrada es gratuita. Aprovecha tu viaje a Braga para descubrir esta fascinante catedral, ubicada en pleno corazón de la ciudad y a la que es muy fácil de llegar, tanto a pie como en transporte público.