Cabopino es una urbanización de la provincia de Málaga situada a poco más de diez kilómetros de la ciudad de Marbella. Sus atractivos turísticos, la belleza de sus construcciones y su clima benevolente, con una temperatura media anual de 17,8 grados y máximas que rondan los 27 durante los meses de junio a septiembre, hacen que nuestros viajes a Cabopino siempre sean una buena idea.
La playa de Artola, también conocida como playa de Cabopino, destaca por ser una de las mejores playas de la Costa del Sol gracias a la calidad de sus aguas. Se enclava en un parque natural rodeado de dunas y, sin duda, es perfecta para pasar el día en remojo y relajarse. Ten en cuenta que también es una playa naturista, por lo que podrás practicar nudismo.
Al atardecer puedes dar un agradable paseo por el puerto deportivo de Cabopino, con lujosas embarcaciones amarradas, diversos pubs y algunos chiringuitos con música en directo. Además, encontrarás establecimientos en los que alquilar el equipo necesario para practicar windsurf o buceo.
Cuando el hambre apriete, no te costará encontrar un restaurante en el que degustar la gastronomía marbellí, típicamente andaluza, pero haciendo hincapié en los productos del mar: atrévete con unos ricos espetos o prueba una ensalada malagueña, a base de patatas cocidas, naranja, cebolleta, atún y aceitunas. Si te gusta descubrir los vinos típicos de los lugares que visitas, pide cualquiera de la serranía de Ronda: no te defraudará.
Los paquetes de vacaciones en Cabopino te permiten completar la experiencia con una visita a la ciudad de Marbella. Recorre el emblemático Puerto Banús y disfruta de su animada vida nocturna o piérdete por el centro histórico y relájate en la plaza de los Naranjos. ¡Las posibilidades son infinitas!
El aeropuerto más cercano a Cabopino es el de Málaga-Costa del Sol, a unos 40 kilómetros. Puedes cubrir esta distancia fácilmente en coche o, si lo prefieres, tomar un bus hasta la estación de autobuses de Málaga y, a continuación, otro hasta Marbella. Con las ofertas de viajes en Cabopino, las normas las pones tú.