Admira la belleza arquitectónica y artística del Arco del Triunfo del Carrusel. Este arco monumental se encuentra entre el hermoso jardín de las Tullerías y el Museo del Louvre. Napoleón Bonaparte encargó este arco en 1806 y se precisaron dos años para concluir su construcción. Forma parte de una colección de ostentosos monumentos que Napoleón encargó para celebrar los éxitos militares de Francia.
El aclamado equipo de arquitectos de Percier y Fontaine fue el responsable del diseño del arco. Mide 19metros de altura y 23metros de ancho. A pesar de su imponente tamaño, sus dimensiones se reducen a la mitad de las del famoso Arco del Triunfo de la plaza de la Estrella. Junto con su equivalente de mayor tamaño, el arco forma parte de la vía Triunfal, un eje monumental histórico que sigue el curso del sol en la margen derecha del río Sena en París.
Puedes admirar su estilo corintio, formado por un arco grande y dos pequeños, además de los arcos interiores. La decoración de las fachadas frontal y posterior incluye una serie de columnas de granito, cada una de ellas coronada con la estatua de un soldado napoleónico. Las columnas se ubicaron originalmente en el antiguo palacio real, el castillo de Meudon.
No te pierdas los bajorrelieves de conocidos escultores franceses, como Jean-Joseph Espercieux y Louis-Pierre Deseine. Representan eventos significativos de la historia militar de Napoleón, como la batalla de Austerlitz y la firma del Tratado de Pressburg. El arco está coronado con la estatua de un carro de cuatro caballos en el que monta una figura que representa la paz. Flanqueando el carro hay estatuas doradas que simbolizan la victoria.
Para llegar a este arco, imprescindible en los viajes a la región Louvre-Place Vendome, toma el metro hasta las estaciones Palais Royal Musée du Louvre y Tuileries, y camina a continuación unos minutos. Los autobuses públicos paran en la contigua plaza del Carrusel.
Aprovecha para visitar el Arco del Triunfo del Carrusel mientras y recorrer las numerosas atracciones del distrito1 de París. Admira la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, entre otras obras maestras, en el Museo del Louvre. Y después relájate con un pícnic en el precioso jardín de las Tullerías o admira las pinturas de nenúfares de Claude Monet en el Museo de la Orangerie.