Un viaje a Florencia no está completo sin una tarde explorando la encantadora campiña de Chianti. Únete a nosotros para contemplar vistas impresionantes, degustar vinos supremos, explorar una pequeña ciudad y deleitarte con una inolvidable comida casera.

Se trata de una excursión en grupo reducido, por lo que estarás acompañado por viajeros de ideas afines, así como por un guía experimentado y bien informado. Si tienes alguna pregunta a lo largo de tu viaje por el campo, ¡no dudes en preguntar a tu guía! Te proporcionará información interesante y se asegurará de que tengas una experiencia agradable y cómoda.

El trayecto de Florencia a la campiña de Chianti es corto y tranquilo. Cuando mires por la ventana, verás unas vistas impresionantes de las ondulantes colinas, ciudades medievales, lujosas villas y, por supuesto, ¡un sinfín de viñedos!

Nuestra primera parada será en una auténtica finca vinícola familiar. Un lugareño te enseñará los viñedos y las bodegas, mientras aprendes los secretos de la elaboración del mundialmente famoso vino Chianti. El productor compartirá su experiencia de trabajo en la bodega y responderá a cualquiera de tus curiosidades sobre el estilo de vida toscano o la elaboración del vino. Después, podrás degustar unos vinos Chianti de gran calidad, acompañados de aceite de oliva fresco y unos deliciosos aperitivos toscanos.

A continuación, nos dirigiremos a la “Puerta del Chianti”, o sea, la pequeña ciudad de Greve in Chianti. Este antiguo pueblo es famoso sobre todo por su singular plaza triangular. Tu guía te mostrará este punto central, y dispondrás de tiempo libre para explorar el encantador pueblo.

Cuando el sol empiece a ponerse, será el momento de nuestro último destino del día. Al llegar, verás que lo mejor se guardó realmente para el final. Se te preparará una hermosa cena toscana entre las viñas. Te deleitarás con platos de especialidades toscanas de temporada maridados con exquisitos vinos producidos por la propia finca.

Es un día conmemorativo de exploración, vino fantástico y comida aún mejor. ¡No olvides tu cámara!