Empezaremos con la impresionante vista de Jerusalén; como si la tuviéramos en la palma de la mano, vemos la Ciudad Vieja y la zona del Monte del Templo*se extienden ante nosotros e imaginamos el Segundo Templo destruido en el año 70 d.C.

Mientras conducimos por el valle del Cedrón hacia la puerta de Sión, tendremos una vista excelente de el Monte de los Olivos y el cementerio judío*, en uso constante desde hace más de dos mil años.

En el Monte Sión, nos detendremos en la Tumba del Rey David*. El gran cenotafio está cubierto con un paño en el que están bordados diversos atributos del monarca bíblico.

Al entrar en la Ciudad Vieja por la puerta Zion, nos detendremos en las cuatro sinagogas sefardíes del siglo XVII y principios del XVIII, bellamente restauradas.*

Continuamos a través de el maravilloso Cardo Bizantino excavado y el Barrio Judío hacia la Sala del Muro Occidental*. Este muro de dos mil años de antigüedad forma parte de la muralla circundante y de apoyo que construyó el rey Herodes cuando se amplió la zona del Monte del Templo.

• Saldremos de la Ciudad Vieja por la Puerta de Dung y veremos las notables excavaciones de la Ciudad de David, de tres mil años de antigüedad.