Gustav Klimt nació y murió en la capital austriaca, así que no es de extrañar que puedas pasear por Viena durante días intentando verlo todo: su “Beso” en el Palacio Belvedere, su “Friso de Beethoven” en la Sala de Exposiciones de la Secesión, su “Vida y Muerte” en el Museo Leopold. Durante este recorrido artístico, visitarás los tres museos que albergan la parte más importante del legado de Klimt y obtendrás una visión completa de su obra.
Belvedere
El recorrido comienza en el histórico Palacio Belvedere. Aquí se encuentran “El beso” y “Judith”, las famosas obras del “periodo dorado” más llamativo de Klimt. Aquí no sólo verás las obras más famosas de primera mano, sino que también comprenderás el contexto histórico y los orígenes de la obra del gran artista.
Secesión
En la sala de exposiciones de la Secesión, te encontrarás cara a cara con su monumental obra “El Friso de Beethoven”. Es la única pieza que rodea al espectador por todos lados, lo que formaba parte de la concepción del artista. Aquí te fundirás con el arte y experimentarás a Gustav Klimt en su forma más pura.
Museo Leopold
La tercera parada es en el Barrio de los Museos. Aquí, el Museo Leopold alberga “La vida y la muerte”. Es un cuadro excepcional, y al reelaborarlo, el artista cometió un importante acto simbólico. Profundizarás en esta obra clave, así como en las reconstrucciones del taller de Klimt.
Después de la visita, puedes quedarte en el Museo Leopold todo el tiempo que quieras.