St. Gallen, una de las ciudades más altas de Suiza y en el valle de Steinach, entre Bodensee (lago de Constanza) y las colinas de Appenzell, tiene mucho encanto. Sus orígenes están vinculados a la pequeña ermita fundada en 610 por un monje irlandés errante. Su historia está rodeada de leyendas, que conocerá mejor en nuestro recorrido a pie. Esta ciudad literalmente surgió de la abadía. La mayor parte del Altstadt (casco antiguo) es hoy una zona peatonal pavimentada con adoquines, salpicada de amplias plazas y cafeterías. Las casas de los ricos comerciantes de textiles del siglo XV al XVIII son famosas por sus muchos ornamentados oriels (ventanales). Junto con las torres de la Catedral de St. Gallen y otros toques decorativos, gran parte del recorrido a pie se dedicará a mirar hacia arriba. Así que asegúrese de acompañarnos a dar un paseo por el casco antiguo de una fantástica ciudad suiza, con un toque mediterráneo.