Es difícil saber por dónde empezar cuando paseas por las calles de París, con tantas boulangeries, pastelerías y cafés para elegir. Así que deja la guía y embárcate en un viaje que te hará amar aún más la repostería y los postres franceses. Esta excursión es corta y dulce, sólo te ocupará parte de la mañana, por lo que es perfecta para familias.

Empieza tu visita con un auténtico clásico: un croissant dorado en una boulangerie tradicional donde todo se hornea in situ.

Más adelante, visitarás la pastelería de uno de los mejores pasteleros de Francia y escucharás la historia de cómo una carrera ciclista inspiró la creación de la París-Brest.

Para completar el primer trío de paradas, visita una de las panaderías más de moda de París, donde los parisinos acuden en masa a comprar su irresistible flan parisien.

Tras una visita a los famosos pasadizos cubiertos para hacer fotos, volverás a la comida en la pastelería más antigua de París. Muerde coloridos macarons y escucha de dónde procede realmente este postre francés.

A continuación, probarás el sabor de la región de Bretaña, cuna de la tradicional crêpe francesa, servida con un vaso de sidra de manzana.

Termina tu visita con una degustación de chocolate en grano elaborado por apasionados chocolateros en el corazón de la ciudad.

Este recorrido te permite experimentar un lado auténtico de París que la mayoría de los visitantes se pierden, probando un manjar tras otro en cada parada.