Debido a su posición estratégica en el mar, Cefalú estuvo expuesto a ataques de piratas y saqueadores durante siglos, especialmente durante la Edad Media. Desde el siglo V a. C., la ciudad ha estado protegida por una sólida muralla megalítica, que abarcaba toda la Rocca, extendiéndose de un extremo a otro del golfo. ¡Una visita obligada cuando estés en Cefalú!

La Bastione di Capo Marchiafava fue construida alrededor del siglo XVII y marca el extremo norte de las murallas de la ciudad en el lado del mar de Cefalú. Su forma poligonal, con la punta que sobresale hacia el mar, recuerda la proa de un barco, lo que lo convierte en un punto de observación privilegiado. Desde esta posición elevada se puede disfrutar de una vista espectacular de todo el golfo.

En la antigüedad el acceso a la ciudad se realizaba exclusivamente a través de cuatro puertas, cada una de las cuales estaba cuidadosamente custodiada para garantizar la seguridad de los habitantes. De estas cuatro puertas, solo una ha sobrevivido a lo largo del tiempo y es Porta Pescara, también conocida como Porta del Viceré. Mientras que los demás fueron destruidos con la demolición de algunos tramos de las murallas. ¡Vamos a descubrirlo!

El lavadero aún visible en la actualidad es fruto de una serie de obras y restauraciones realizadas a lo largo de los siglos, aunque algunas fuentes dan fe de que ya existía en la Edad Media. ¡Descubramos esta increíble obra de arte del pasado!

El Museo Mandralisca de Cefalú presenta una variedad de colecciones, incluyendo hallazgos arqueológicos, pinturas, muebles y objetos de gran valor histórico. Si te gusta el arte, tienes que ver este lugar!

La Rocca di Cefalù es una imponente colina de 268 metros que domina la ciudad y ofrece una vista impresionante de la costa siciliana. Este sitio histórico y naturalista se caracteriza por antiguas fortificaciones, como el Templo de Diana del siglo IX a. C. y los restos del Castillo de Cefalú del siglo XIII, de los que les hablaré más adelante.