Roma es famosa por sus antiguas ruinas, sus majestuosas plazas y sus románticas puestas de sol, pero al anochecer, otra Roma cobra vida. Una ciudad de sombras y susurros, donde las callejuelas empedradas resuenan con historias de fantasmas, conspiraciones secretas y relatos demasiado escalofriantes para encontrarlos en las guías turísticas.
Este recorrido a pie comienza en el evocador Pórtico de Ottavia, en el corazón del Gueto Judío. Aquí descubrirás tradiciones centenarias de misticismo y Cábala, el misterioso poder del número 7 en Roma y la inquietante leyenda del Golem. De pie en un lugar donde la historia y el mito se entrelazan, sentirás que el pasado respira a tu alrededor.
Antes de sumergirte en los secretos más oscuros de la ciudad, disfruta del lado más ligero de Roma: una parada en una pizzería local para degustar una caliente y fragante porción de auténtica pizza romana. Es la forma perfecta de prepararte para lo que te espera.
Desde allí, adéntrate en el Passetto del Biscione, un antiguo corredor con frescos que antaño se utilizaba para reuniones secretas, amores prohibidos y fugas rápidas. No olvides tu cámara: este lugar oculto es uno de los rincones más fotogénicos de Roma, y también conocerás la curiosa historia de las “Madonnelle” de la ciudad, pequeñas imágenes sagradas colocadas en rincones inesperados.
A continuación, llegarás a Campo de' Fiori, donde la estatua de bronce de Giordano Bruno se alza desafiante sobre la plaza. Quemado vivo por herejía en 1600, sigue siendo un símbolo del pensamiento libre y del conocimiento prohibido. Su presencia, incluso en bronce, es inquietante, sobre todo tras la puesta de sol.
Tu camino continúa hasta la iglesia barroca de Santa Maria dell'Orazione e Morte. Adornada con calaveras, huesos e inscripciones macabras, esta iglesia se construyó para honrar a los muertos sin nombre sacados del río Tíber. La propia fachada te recibe con calaveras talladas, que ofrecen un crudo recordatorio de la mortalidad.
Paseando por la elegante Via Giulia, oirás hablar de Giulia Tofana, la envenenadora del siglo XVII que creó el letal “Aqua Tofana” y lo vendía a mujeres que buscaban escapar de matrimonios infelices. Aquí, los suaves adoquines esconden historias de traición e intriga.
Luego pasaremos bajo el Arco dei Banchi, un pasadizo secreto que antaño permitía a banqueros, espías e incluso sacerdotes moverse entre el Vaticano y el corazón de la ciudad sin ser vistos.
Para equilibrar los escalofríos con dulzura, nos detendremos a degustar las tradicionales “ciambelline al vino” y un vaso de vino, una delicia romana que se disfruta desde hace siglos.
Por último, al llegar a la zona cercana al Ponte Sant'Angelo, te encontrarás con la escalofriante figura de Mastro Titta, el verdugo más famoso de Roma. Su truculenta obra y su compleja personalidad constituyen un fascinante, aunque inquietante, final de la visita.