Esta ciudad costera también conocida como Donostia tiene mucho que ofrecer, como las estrellas Michelin más preciadas del mundo después de Kioto y una de las capitales europeas del surf. Esta ciudad también tiene un lado histórico y no menos importante, por decirlo suavemente. Pasa junto a la Basílica de Santa María del Coro, justo al lado de la ladera del monte Urgull. En el corazón de la Parte Vieja, es uno de los monumentos más visitados de la ciudad y fue construido en el siglo XVIII sobre una romántica iglesia. Maravíllate ante el Buen Pastor de la Catedral de San Sebastián, la iglesia más grande de la ciudad. Se inauguró en 1897 y se construyó en estilo neogótico, pero no se designó como catedral hasta 1953. Fíjate en los elementos decorativos, como las vidrieras, las gárgolas, los pináculos y toda la mampostería realizada en piedra arenisca muy suave.
Ven a descubrir qué más te ofrece esta ciudad. Te sorprenderás en cada esquina, con hermosas plazas, impresionantes fachadas y muchas historias que hacen que San Sebastián cobre vida.