Recorre la costa del Pacífico por la autopista 1 hasta Monterey. Allí, explora el pasado histórico de la ciudad, Cannery Row, Old Fisherman's Wharf y muchas rutas de ciclismo o senderismo. Recorre las 17 millas del trayecto a Pebble Beach. Termina en la encantadora Carmel-by-the-Sea.
Monterey es una rica y entretenida mezcla de vida salvaje, impresionantes vistas costeras e importante historia. En sus calles puedes seguir los pasos de figuras como el autor de Las uvas de la ira, John Steinbeck, que pasó años viviendo en esta fascinante zona y escribiendo sobre ella.
Tras recogerte en un cómodo hotel de San Francisco, te sumergirás en el país de las maravillas de la Costa del Pacífico. Te dirigirás por la Ruta Estatal 1 de California hacia Monterey, a lo largo de la pintoresca costa del océano Pacífico. ¡Hazte una foto con el Océano Pacífico como telón de fondo!
No pierdas de vista a las nutrias marinas que juegan en las aguas del Santuario Marino Nacional de la Bahía de Monterrey. Este parque submarino se extiende cientos de kilómetros a lo largo de la costa, desde San Francisco hasta Cambria, y alberga cientos de especies de mamíferos marinos, aves y peces.
En Monterrey, tendrás dos horas de tiempo libre para explorar. Eso es tiempo de sobra para visitar el mundialmente famoso Acuario de la Bahía de Monterey (no incluido). Alternativamente, puedes tomarte tu tiempo para pasear hasta Lovers' Point, echar un vistazo a las numerosas boutiques que se alinean en la histórica Cannery Row, o comer algo fresco en Old Fisherman's Wharf.
De vuelta a tu vehículo turístico, disfrutarás de más belleza en el Recorrido de 17 Millas. Esta carretera panorámica serpentea por el Bosque Del Monte entre magníficas casas multimillonarias, la espectacular costa y el campo de golf de Pebble Beach. Haz una foto del resistente Ciprés Solitario.
Tras salir de 17-Mile Drive, llega a la encantadora Carmel-by-the-Sea. Echa un vistazo a las pintorescas tiendas de Ocean Avenue o ponte arena blanca del Pacífico entre los dedos de los pies en la playa.
Finalmente, es hora de regresar a San Francisco, exultante pero sabiendo que ha sido un día para recordar.