Un viaje a Coronado es como dejar atrás el continente por una dosis de vida isleña, pero no es la típica ciudad de playa. En parte centro turístico, en parte base naval, en parte casas de lujo para ricos, Coronado es muchas cosas para mucha gente.
Conoce la primera escuela militar de aviación situada en la isla, donde los marineros aprendieron a volar por primera vez. Espía joyas arquitectónicas, algunas de las cuales empleaban la tecnología más avanzada cuando se construyeron hace más de un siglo. Y sabrás qué atrajo a Charles Lindbergh, L. Frank Baum y Marilyn Monroe a esta singular ciudad costera. Entra en un museo local (sujeto a disponibilidad) para ver las fotos que dan vida a estas historias.
Haz una parada rápida para tomar un tentempié en un restaurante local. Puede ser algo dulce o algo salado -dependiendo de tu estado de ánimo-, pero sea como sea, estará hecho localmente y será delicioso.
Refrescado, da un paseo hasta Star Park, donde se encuentra la casa del “Mago de Oz”, y luego dirígete a la playa de Coronado, una de las mejores del país. En un día despejado, ¡puedes ver hasta México! Pasea por las casas multimillonarias que bordean Ocean Blvd y oirás hablar de la gente que vivió allí, incluidos los residentes de la histórica Mansión Spreckels.
Tu última parada será en el mundialmente famoso e histórico Hotel del Coronado. Este icono tiene más de 130 años y es un tesoro estadounidense, que ha acogido en sus habitaciones a famosos, dignatarios y presidentes de EEUU. Da una vuelta por el recinto y termina justo delante de la espectacular Sala de la Corona (donde se celebra un lujoso brunch dominical).
A partir de aquí, eres libre de explorar por tu cuenta o pasear de vuelta por la avenida Orange hasta donde comenzó el recorrido. Tu guía te hará sugerencias sobre qué más ver y hacer, te dará consejos sobre dónde comer y comprar y te informará de los horarios de la próxima lanzadera o transbordador.