Comida, ¡gloriosa comida! Hay una razón por la que la cultura gastronómica de Nagoya ha pasado de ser una sensación pueblerina a una especie de orgullo nacional para la ciudad, y estás a punto de descubrir por qué. Con uno de nuestros anfitriones, un experto gastrónomo, a tu lado, te abrirás camino comiendo por una ciudad que tiene su propio nombre para su comida local (es “Nagoya meshi” en japonés, para tu información). En Nagoya, la historia antigua choca con la innovación moderna para formar un caleidoscopio de colores, y esto se puede experimentar en su cocina, donde se dan giros modernos a platos que se remontan a tiempos antiguos. Deja que tu anfitrión te enseñe a comer hitsumabushi (anguila a la parrilla sobre arroz) como los lugareños -hay una forma especial de hacerlo en Nagoya- o saborea un cuenco de miso nikomi (fideos estilo udon servidos en un rico caldo de miso) en un centro comercial subterráneo. Esperamos que aún no estés lleno, porque todavía estás a tiempo de sorber fideos ramen (es de buena educación, lo prometemos), picar algo en uno de los muchos izakayas que hay alrededor de la estación de Nagoya o beber sake en los históricos yokocho (callejones) cercanos al castillo de Nagoya. Y sólo hemos empezado a arañar la superficie del panorama gastronómico de Nagoya. Podrías pasarte la vida en la búsqueda interminable de ese tazón perfecto de ramen, que Nagoya ha desarrollado en su propia versión más picante llamada “ramen de Taiwán”, pero incluso con sólo unas horas tu anfitrión no puede esperar a compartir contigo una porción de lo que está bueno. Así que a qué esperas, ¡toda esa comida no se va a comer sola!

En un plazo de 24 horas desde el momento en que reserves, recibirás un breve cuestionario sobre tu personalidad e intereses. En función de tus respuestas, se te asignará un anfitrión afín. Tu anfitrión se comunicará directamente contigo para sugerirte un itinerario que te ayude a descubrir lo que hace única a la ciudad. También acordaréis una hora y un lugar de reunión. Tu itinerario es flexible, por lo que durante la experiencia siempre puedes cambiar de opinión sobre lo que quieres hacer.