Vista a la Lagoa de Santiago, Lagoa Rasa, Lagoa Verde y Lagoa Azul.

Cerca de la montaña Devassa se encuentra la Muralla de las Nueve Ventanas, un acueducto de valor histórico. La riqueza de agua en la parroquia de Santo António llevó a la construcción del acueducto entre los siglos XVII y XVIII que superaron la escasez de agua que entonces se sentía en Ponta Delgada. Por encima de sus arcos —que reciben el nombre de "Nueve Ventanas"— pasaba el agua capturada de la zona del lago Canário. La Muralla de las Nueve Ventanas se salvó de la degradación progresiva y se devolvió a la antigua monumentalidad por la intervención de los Servicios Municipales de Ponta Delgada.

Su nombre deriva de la visita realizada por el rey Carlos I y la reina Amelia en el verano de 1901. Desde ella, se puede admirar la impresionante vista de la caldera de Sete Cidades y el lago en ella. Es uno de los paisajes más conocidos de las Azores.

Situado en Cumeeiras, este mirador permite, en una perspectiva opuesta al mirador de Vista do Rei, disfrutar de la belleza del cráter de Sete Cidades y de todo su entorno. En el lado opuesto, se puede disfrutar de vistas de la costa norte de la isla de São Miguel y sus verdes pastos salpicados de vacas.

Fin del tour

La caldera Sete Cidades tiene un diámetro aproximado de 5km y una profundidad de 400m. El punto más alto del volcán está a 845m sobre el nivel del mar. Sus bordes llamados Cumeeiras das Sete Cidades (grandes y pequeñas) sirven como un sendero peatonal que rodea las cumbres de la caldera Sete Cidades, una de las calderas volcánicas más grandes de las Azores, con cuatro lagunas en su interior – Lagoa de Santiago, Lagoa Rasa y Lagoa Azul y Lagoa Verde conectadas entre sí. Estas últimas son la principal postal de Turismo de las Azores y una de las 7 maravillas naturales de Portugal en la categoría de zonas acuáticas no marinas. Detrás de los colores que dan nombre a las lagunas está la famosa leyenda de Sete Cidades sobre el amor de una princesa de ojos azules y un pastor de ojos verdes, pero, de hecho, la diferencia de colores radica en que Lagoa Verde tiene pendientes más cerradas y, por tanto, recibe más reflejos de la vegetación circundante mientras que la azul, al ser más grande, recibe más reflejos del cielo