Haz una parada en la villa de O Grove, el pueblo perfecto para pasar un rato de tranquilidad y experimentar las sensaciones de la auténtica y genuina Galicia.
Disfruta del ambiente rural alejado del turismo y disfruta de un agradable descanso y de una comida gallega. Pasea por los viñedos del prestigioso Albariño.
Ten la oportunidad de aprender sobre la producción de este excelente vino, así como de participar en una cata de tres vinos de la denominación Rías Baixas en buena compañía.
A continuación, detente en el santuario de “la Lanzada”. Obtén una visión completa de este lugar místico, fundado en el siglo IX, y da un hermoso paseo.
Atraviesa parte de la bahía de Poio y contempla la belleza contenida en una gigantesca roca sobre la que está construida. Contempla los hórreos que lo rodean, las casas que dan al mar y las varias cruces de piedra típicas de Galicia, llamadas Cruceiros, que hay en el lugar.
Recorre las calles y plazas características de este lugar, y ten la posibilidad de realizar un verdadero y auténtico viaje en el tiempo, además de visitar una zona de gran valor ecológico.
Siguiente parada en la isla de Toja, famosa por la producción de jabón y por sus aguas termales, situadas en una zona denominada Red Natura 2000.
Descubre un pequeño museo de la antigua fábrica de jabón y una capilla completamente cubierta de conchas. Termina con un recorrido por el mar, durante el cual admirarás y te enfrentarás directamente a la producción de mejillones, ostras y vieiras, haciendo diferentes paradas para contemplar los abrevaderos.
Degusta mejillones al vapor en gran cantidad acompañados de uno de los mejores vinos albariños de la zona (Condes de Albarei) y chupitos de Crema de Orujo.