La Bufadora a menudo se considera un géiser marino,[1] sin embargo, no tiene una fuente o causa termal como los géiseres. En este caso, el chorro de agua de mar es el resultado de que el aire, atrapado en una cueva marina, explote hacia arriba. El aire es forzado a entrar en la cueva por la acción de las olas y se libera cuando el agua retrocede, expulsando agua hasta 100 pies sobre el nivel del mar.[2] Esta interacción no solo crea el chorro, sino también un ruido atronador. El intervalo entre erupciones es bastante constante y coincide con el oleaje dominante, lo que confirma que la actividad en La Bufadora está determinada por las olas superficiales del océano. Entre 2005 y 2011 la recurrencia entre erupciones fue de 13 a 17 segundos.[2] La Bufadora es el segundo espiráculo más grande del mundo[3] y el único en América del Norte[4].

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